En 2025, el mercado de las criptomonedas vivió un año “a dos velocidades”: momentos de euforia impulsados por noticias políticas y narrativas de adopción, y fases de corrección cuando el mercado volvió a exigir resultados (usuarios, comisiones, integraciones reales) y claridad regulatoria. Para Grok, Solana, XRP, Chainlink, FET y Avalanche se movieron por razones distintas: algunas más ligadas a infraestructura y escalabilidad, otras a casos de uso financieros y la apuesta por IA descentralizada.
Este artículo resume cómo evolucionó el precio en 2025, qué fundamentales marcaron a cada proyecto durante el año y qué escenarios son razonables para 2026.
Grok, la IA de Elon Musk, ha compartido su predicción para 5 criptomonedas de cara a 2026. Estos pronósticos no solo reflejan tendencias de precios, sino también patrones de adopción, volatilidad y fortaleza técnica.
Las predicciones de Grok no deben tomarse como certeza absoluta. Toda estrategia de inversión debe complementarse con investigación propia y una gestión responsable del riesgo.
En 2025, Solana combinó tramos de aumentos con retrocesos bruscos, muy vinculados a catalizadores concretos. Por un lado, hubo impulsos puntuales por noticias de alto impacto; por ejemplo, el anuncio de una propuesta de “reserva cripto” en EE. UU. llegó a mencionar a Solana entre los activos, lo que movió precios de forma inmediata en marzo.
Por otro lado, el año también reflejó el “precio” de ser una red muy usada: cuando el mercado percibe riesgo (liquidez más estricta, caídas generalizadas), SOL suele acompañar con volatilidad.
En fundamentales, el gran tema de 2025 fue la mejora de robustez y rendimiento. La llegada de Firedancer (nuevo cliente validador impulsado por Jump) se convirtió en el hito más comentado hacia finales de año, precisamente porque ataca una preocupación histórica: diversidad de clientes y resiliencia ante fallos.
Fuentes del sector reportaron el despliegue en mainnet en diciembre de 2025. En paralelo, el ecosistema siguió apoyándose en actividad de aplicaciones (DeFi/NFT), que es lo que termina sosteniendo una narrativa de “red útil” más allá del precio.
Proyecciones para 2026 (escenarios):
En 2025, XRP fue especialmente sensible a noticias regulatorias y legales. Hubo un episodio claro en marzo: la propuesta de una “reserva cripto” en EE. UU. mencionó XRP y el precio reaccionó con fuerza en el corto plazo, antes de volver a la realidad de la ejecución política y los detalles.
Pero el movimiento más estructural fue el cierre del frente legal: la SEC dio por terminada su demanda contra Ripple, con un acuerdo económico y retirada de apelaciones, lo que el mercado leyó como un paso importante hacia mayor certidumbre.
En cuanto a fundamentales, 2025 reforzó la tesis “XRP = pagos y liquidación” en su versión más realista: la clave no es solo la tecnología del XRP Ledger (rápido y de bajo costo), sino el encaje regulatorio y la adopción en flujos reales.
Con el ruido legal disminuyendo, el activo gana margen para ser evaluado por utilidad y alianzas, y no únicamente por titulares de tribunales. Aun así, el mercado seguirá diferenciando entre el uso de tecnología de Ripple y el uso del token en sí: esa distinción importa para la demanda.
Proyecciones para 2026 (escenarios):
En 2025, LINK se movió menos por “modas” de corto plazo y más por la percepción de que Chainlink es infraestructura: cuando el mercado se entusiasma con tokenización y conexión cross-chain, LINK suele beneficiarse; cuando la narrativa se enfría, el token tiende a perder tracción aunque el producto siga avanzando. La evolución del precio, por tanto, fue muy dependiente de ciclos del sector y de hitos de adopción.
En fundamentales, 2025 consolidó dos ejes. El primero es CCIP, su protocolo de interoperabilidad, que Chainlink posiciona para conectar redes públicas/privadas y facilitar liquidaciones y mensajería entre cadenas.
El segundo es staking como parte de su enfoque de seguridad económica: el propio sitio de Chainlink describe el staking como mecanismo para respaldar garantías de desempeño de servicios oráculo.
En síntesis: Chainlink se está vendiendo menos como “oráculo de precios” y más como un conjunto de servicios para que aplicaciones y finanzas tradicionales puedan operar en entornos multi-chain con menos fricción.
Proyecciones para 2026 (escenarios):
En 2025, FET (asociado a la Artificial Superintelligence Alliance, ASI) operó con una mezcla de narrativa potente y ejecución compleja. El precio estuvo muy ligado al “apetito por IA” dentro del mundo cripto y a cómo el mercado interpretó la consolidación/colaboración entre proyectos.
En este tipo de activos, los cambios de narrativa pueden impulsar rallies rápidos, pero también correcciones fuertes cuando el mercado pide avances verificables (productos, usuarios, integraciones).
En fundamentales, ASI se define como una alianza entre diversos protocolos con el objetivo de construir infraestructura y ecosistema de IA descentralizada.
En 2025, la propia documentación de ASI publicó una hoja de ruta con iniciativas en cuatro áreas: ecosistema, despliegue de aplicaciones, modelos/sistemas de IA e infraestructura.
El punto clave aquí es que el “fundamental” no es solo prometer IA, sino lograr coordinación entre equipos, atraer desarrolladores y mostrar aplicaciones que justifiquen demanda del token en el tiempo.
Proyecciones para 2026 (escenarios):
En 2025, AVAX siguió un patrón típico de plataformas de contratos inteligentes “de infraestructura”: rallies cuando el mercado premia escalabilidad y crecimiento de ecosistemas, y retrocesos cuando se enfría el apetito por riesgo.
Más que un solo “evento de precio”, el año giró alrededor de un cambio de propuesta: hacer más fácil y barato crear redes personalizadas dentro del ecosistema Avalanche.
En fundamentales, el eje fue Avalanche9000 (Etna), descrito como una actualización para reducir costos y bajar barreras. Un punto muy citado es la eliminación del requisito previo de 2,000 AVAX en staking para validadores en la red principal, lo que —según documentación del ecosistema Avalanche— cambia el esquema de validación y reduce el costo de entrada para nuevas redes/L1.
Desde una óptica de producto, esto busca acelerar la adopción de “blockchains a medida” (antes subnets, ahora enfoque hacia L1), especialmente en sectores como gaming, finanzas y casos empresariales, donde personalizar reglas y costos es clave.
Proyecciones para 2026 (escenarios):
En conjunto, 2025 dejó una lección bastante clara: en altcoins, el precio no solo sigue “el mercado”, también sigue la credibilidad de la ejecución. Solana y Avalanche se jugaron buena parte de su narrativa en mejoras de rendimiento y costos.
Chainlink se apoyó en su papel de infraestructura para tokenización e interoperabilidad; XRP avanzó con la reducción del riesgo legal; y ASI/FET dependió de demostrar que una gran alianza puede convertirse en productos y adopción.
Para 2026, el mapa de riesgos y oportunidades se parece mucho a una pregunta simple: ¿Habrá más liquidez y más apetito por riesgo, o no? Si el entorno acompaña, los proyectos con hitos visibles y adopción verificable tienden a destacar; si no acompaña, la volatilidad se impone y el mercado castiga promesas sin resultados.
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El post Grok predice el top 5 criptomonedas con mayor potencial en 2026 fue visto por primera vez en BeInCrypto.

