El cantante de tango Ricardo “Chiqui” Pereyra murió luego de estar internado varios días tras sufrir un accidente doméstico a principios de este mes.
“Sabiendo que ya muchos se enteraron, con todo el dolor del mundo debo comunicarles el fallecimiento de ‘el Chiqui’. El milagro que no llegó, el pronóstico que era predecible, pero aún así no perdíamos la fe", escribieron en su cuenta oficial de Facebook.
Sus hijas, quienes llevaban habitualmente adelante las comunicaciones, añadieron: “Les pido un último favor... Mamá está destruida, como el resto de la familia, pero ella, que era el pilar, hoy está más frágil que nunca. Por eso no está para recibir mensajes por el momento ni llamadas, hay trámites que realizar y demás. Ya habrá tiempo para responder... Gracias por tanto".
El artista, de 74 años, permanecía internado en un sanatorio de la ciudad de Buenos Aires desde los primeros días de diciembre luego de sufrir una fuerte caída de una escalera en su casa. Producto del accidente tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia y estuvo varios días intubado.
Hace pocos días, sus hijas habían actualizado el parte e indicaron que se había logrado extubar y continuaba con “parámetros normales y estable clínicamente”. “Pequeños momentos que nos hacen sentir más cerca del milagro.... (Así sea). De todos modos seguimos con cautela ya que el estado y pronóstico sigue siendo reservado y dinámico minuto a minuto”, habían detallado.
Tal como consignó el diario local Rio Negro, el cantante tenía una larga carrera cuyos comienzos se remontan a 1978. Ese año apareció en el programa "Grandes Valores del Tango" y su interpretación lo catapultó como embajador de la música ciudadana.
Durante su extensa carrera integró ciclos emblemáticos como “Botica de Tango” y recibió, entre otros, el prestigioso Premio Santos Vega en 2007. Su voz recorrió escenarios de todo el país y también del exterior, consolidándose como uno de los grandes referentes en el ambiente.

