La tensión regional en Asia ha escalado notablemente este lunes, tras el despliegue de las fuerzas de defensa de Taiwán ante los ejercicios militares de gran escala ejecutados por la República Popular China alrededor de la isla. El Ministerio de Defensa de Taiwán emitió un comunicado condenando lo que calificó como “provocaciones irracionales” de Beijing y responsabilizó al Ejército Popular de Liberación (EPL) por acciones que, según la cartera, “socavan la paz regional”. La escalada coincide con el inicio de maniobras con fuego real por parte de China y representa el mayor número de incursiones aéreas chinas en un solo día desde el 15 de octubre de 2024, con 89 aviones y 28 buques detectados en las inmediaciones de la isla.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Taiwán, el inicio de los ejercicios militares chinos llevó al despliegue de fuerzas en “máxima alerta” y la activación de un centro de respuesta rápida, siguiendo los protocolos para “proteger la libertad y la democracia” y salvaguardar la soberanía nacional. En su mensaje difundido en la red social X, el Ministerio expresó: “Condenamos enérgicamente las provocaciones irracionales de la República Popular China y nos oponemos a las acciones del EPL que socavan la paz regional”. Además, el organismo publicó un video que enfatizó la determinación de la isla: “La seguridad no puede basarse en ilusiones. Elegimos estar preparados para defendernos. La República de China (Taiwán) continúa demostrando al mundo su firme determinación en defensa propia y es un pilar vital de la paz y la seguridad regionales”.
El comunicado oficial subrayó que “defender la democracia y la libertad no es una provocación” y sostuvo que la existencia de Taiwán “no puede utilizarse como pretexto por parte de un agresor para alterar el statu quo”. El Ministerio atribuyó a Beijing la responsabilidad de situarse como “el mayor perturbador de la paz” y remarcó la necesidad de acelerar la construcción de capacidades defensivas “altamente resilientes y de disuasión integral”.
El presidente William Lai se sumó a la respuesta institucional y, a través de un mensaje en Facebook, afirmó que Taiwán debe aumentar sus capacidades defensivas y “elevar de forma constante el coste que supondría una agresión” contra la isla. El mandatario recordó que la mayoría de países democráticos está incrementando sus presupuestos de Defensa y propuso un presupuesto especial de USD40.000 millones para el periodo 2026-2033, aún pendiente de aprobación parlamentaria. Lai sostuvo: “Taiwán no solo debe cumplir con su responsabilidad de proteger su propia seguridad, sino que también asume la responsabilidad de salvaguardar la paz y la prosperidad en el estrecho de Taiwán y en la región del Indopacífico”. Añadió que “la paz solo puede alcanzarse apoyándose en la fuerza” y que, frente a la presión militar de China, la isla no puede quedarse al margen.
Las maniobras chinas, denominadas ‘Misión Justicia-2025’, comprenden ataques simulados contra objetivos marítimos y terrestres, operaciones antisubmarinas y ejercicios para lograr la “superioridad aérea regional”, según información del Comando del Teatro Oriental de Operaciones del EPL. Las operaciones han empleado cazas, bombarderos, drones y artillería de largo alcance, además de destructores y fragatas, en ejercicios coordinados tanto en aguas como en espacio aéreo al norte, sur y este de Taiwán. El EPL afirmó a través de su cuenta oficial en Weibo que el objetivo es “lanzar una seria advertencia a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de la isla y a las fuerzas de interferencia externa”.
La Guardia Costera de Taiwán reportó la detección inmediata de cuatro buques de la Guardia Costera china aproximándose a las aguas septentrionales y orientales de la isla. El organismo desplegó grandes buques y recursos de seguimiento, denunciando que las maniobras chinas afectan la seguridad de la navegación y los derechos de los pescadores taiwaneses.
En paralelo, la Guardia Costera de China dio inicio a patrullas de “aplicación integral de la ley” en aguas cercanas a Taiwán y en los alrededores de los archipiélagos de Matsu y Wuqiu, acciones que Beijing defendió como parte del principio de “una sola China”.
Estas operaciones se producen en un contexto de deterioro de las relaciones entre China y Japón, refuerzo del apoyo militar estadounidense a Taipéi y recientes visitas de políticos japoneses a la isla. Beijing mantiene que Taiwán es una “parte inalienable” de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para lograr la reunificación, postura rechazada por las autoridades taiwanesas, que insisten en la autonomía política, económica y social de la isla desde 1949 bajo el nombre de República de China.


