WASHINGTON.- En una entrevista radial que en un primer momento pasó desapercibida, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló que Estados Unidos desmanteló “una gran instalación” en Venezuela la semana pasada como parte de su campaña que tiene bajo presión al régimen de Nicolás Maduro, en una primera referencia a lo que sería un ataque estadounidense contra un centro de narcotráfico en el país sudamericano.
Trump hizo esta declaración el viernes durante una entrevista con John Catsimatidis, multimillonario republicano y partidario del presidente, propietario de la emisora de radio WABC en Nueva York. Pero la revelación tomó mayor relevancia cuando el diario The New York Times la citó en un artículo publicado este domingo, lo que llenó luego las redes sociales de especulaciones respecto de cuál podría haber sido el destino de ese ataque.
Trump describió el supuesto ataque como un golpe “duro” contra una “gran planta” como parte de su ofensiva para destruir instalaciones del narcotráfico, sin proporcionar detalles sobre la ubicación o el método empleado.
“Tienen una gran planta o una gran instalación de donde provienen los barcos”, dijo Trump, en referencia a las embarcaciones presuntamente ligadas al narcotráfico que Estados Unidos viene atacando en el mar Caribe y en el Pacífico. “Hace dos noches la desmantelamos. Los golpeamos muy fuerte”, dijo el viernes, por lo que se trataría de un ataque en vísperas a la Navidad.
Funcionarios estadounidenses señalaron a The New York Times que Trump se refería a una instalación de narcotráfico en Venezuela que fue desmantelada durante el ataque en cuestión, del que no brindaron detalles. Fuentes oficiales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Casa Blanca se negaron a hacer comentarios.
Este lunes, mientras hablaba con la prensa junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, en Mar-a-Lago, Trump fue consultado sobre el ataque y dijo que se trató de una operación “rápida”.
“Hubo una gran explosión en la zona del muelle donde cargan las lanchas con drogas. Ya fuimos por esas lanchas, y ahora hemos atacado la zona, de manera que esa área de operaciones ya no existe”, respondió.
En una repregunta sobre si la ofensiva estuvo a cargo del Ejército o de la CIA, el mandatario se negó a responder. “Sé exactamente quién lo hizo, pero no quiero decirlo. Pero ya sabes, fue a lo largo de la costa”, añadió.
Tanto el presidente venezolano Nicolás Maduro, como el número dos del régimen, Diosdado Cabello, ambos con frecuentes apariciones públicas, optaron hasta ahora por el silencio ante estas declaraciones. Tampoco hubo informes públicos sobre un ataque norteamericano por parte del gobierno venezolano ni de otras autoridades de la región.
Si las declaraciones de Trump son confirmadas oficialmente, se trataría del primer ataque terrestre conocido desde que inició su campaña militar contra Venezuela.
Venezuela es conocida por su papel en el tráfico de drogas, especialmente la cocaína producida en Colombia, pero no es un productor importante de narcóticos.
La afirmación de Trump generó especulaciones en redes sociales y entre periodistas y especialistas, quienes destacan una coincidencia temporal con un incidente reportado en Venezuela el 24 de diciembre. Ese día, una explosión seguida de un incendio afectó las instalaciones de una empresa de productos químicos, ubicada en la zona industrial de San Francisco, en el estado Zulia, cerca de Maracaibo, a unos 100 kilómetros de la frontera con Colombia.
Videos que circulan en plataformas como X muestran llamas intensas y explosiones secundarias, con humo visible a kilómetros de distancia. La empresa emitió un comunicado en el que describía el hecho como un “accidente industrial” y señaló que no hubo víctimas, aunque las operaciones en el galpón afectado quedaron suspendidas.
Trump lleva semanas anticipando ataques terrestres en Venezuela, como parte de una intensificación de la campaña de presión contra Nicolás Maduro, acusado en Estados Unidos de encabezar una organización narcoterrorista, identificada como Cartel de los Soles.
En octubre, Trump reconoció públicamente que autorizó a la CIA a planificar operaciones encubiertas dentro de Venezuela. No se sabe con certeza a qué se refería, pero podrían incluir tanto operaciones de sabotaje como operaciones psicológicas destinadas a incitar a Maduro a cometer algún error o dejar el poder.
Por su parte, Maduro habló extensamente este domingo por la televisión oficial, en compañía del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, pero no reaccionó públicamente a lo anunciado desde Washington, en lo que analistas interpretan como una estrategia para evitar escalar el conflicto o admitir vulnerabilidades en el territorio nacional, especialmente en un contexto de bloqueo naval estadounidense.
En el acto de Salutación de Fin de año a las Fuerzas Armadas, Maduro afirmó que “este año ha vuelto a triunfar y a consolidarse la lealtad suprema de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana al proyecto Bolivariano” socialista, ideado por el ahora fallecido presidente Hugo Chávez, antecesor y mentor político de Maduro, a “su comandante en jefe y al destino grandioso de la Patria”. "Lealtad, Lealtad”, remarcó.
“Venezuela tiene 27 semanas siendo amenazados por Goliat [Estados Unidos]”, en tanto, la fuerza militar del país sudamericano ha estado “desplegada con inteligencia, sabiduría, paciencia estratégica y aprendiendo en el terreno muchas cosas que ya teníamos estimadas”, aseveró. “Nuestra Fuerza Armada hoy está más preparada que nunca para seguir ganando la paz y la soberanía”.
Desde principios de septiembre, fuerzas militares estadounidenses se han desplegado en el Caribe y el Pacífico, con el propósito expreso de combatir el tráfico de drogas en la región. Hasta el momento ejecutaron por lo menos 29 ataques contra pequeñas embarcaciones a las que acusan de transportar drogas, y mataron a 105 personas, según los comunicados oficiales. Las operaciones han sido calificadas de ejecuciones extrajudiciales por críticos que afirman que el ejército estadounidense carece de fundamento legal para realizar ataques letales contra civiles.
Estos ataques contra embarcaciones se diseñaron originalmente como parte de una operación de dos fases. La segunda fase, aún no anunciada oficialmente, incluiría ataques contra instalaciones de narcotráfico en Venezuela, según informaron personas familiarizadas con la planificación.
Maduro dio la orden a los militares de prepararse ante la amenaza de una invasión para forzar un cambio de gobierno.
La Armada estadounidense también ha interceptado buques sancionados con petróleo venezolano en aguas del Caribe, en una ofensiva que apunta directamente contra la principal fuente de ingresos del chavismo.
Trump dice que Venezuela utiliza el petróleo para financiar el tráfico de drogas y otros delitos, y prometió aumentar la presencia militar estadounidense hasta que Venezuela le devuelva a Estados Unidos petróleo, tierra y activos.
Maduro rechaza los señalamientos y denuncia que Washington pretende apoderarse de sus recursos naturales.
La jefa de despacho de la Casa Blanca, Susie Wiles, dijo en una entrevista con Vanity Fair publicada este mes que Trump “quiere seguir volando barcos hasta que Maduro se rinda”.
Agencias AP, ANSA y diario The New York Times


