La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) publicó un duro comunicado en el que condenó la normativa reciente que autorizó a que la empresa Latam Airlines opere vuelos domésticos e internacionales en la Argentina. “Representa un serio retroceso para la aviación nacional, el empleo en el país y la seguridad operacional”, consideraron.
“Permitir que una compañía extranjera realice cabotaje con aeronaves con matrículas extranjeras, tripulantes extranjeros, así como el mantenimiento y el control operacional en su país de origen, conlleva la pérdida de control y la falta de trazabilidad sobre una actividad tan estratégica como fundamental", añadieron en el texto que publicaron este lunes en sus redes oficiales.
Entre los motivos por los que critican la disposición 46/2025 que confirma el permiso para nuevas operaciones a la compañía de bandera chilena —que ya operaba para vuelos internacionales en el país— incluyen que “pone en peligro numerosos puestos de trabajo, debilita convenios colectivos, socava carreras profesionales sólidas construidas a lo largo de décadas y abre la puerta a un modelo laboral precario, ya conocido en la región, caracterizado por la flexibilización, la tercerización y prácticas antisindicales".
También apuntaron directamente contra la empresa del país vecino: “LATAM no actúa como un competidor neutral: su historia revela una cultura empresarial hostil hacia los trabajadores en todas sus filiales de Latinoamérica, sin disposición para el diálogo colectivo y con la intención permanente de desarticular estándares laborales esenciales que han requerido mucho esfuerzo lograrlos".
“La incorporación de este modelo en el cabotaje argentino significa ceder ante exigencias para apropiarse del mercado nacional, perjudicando así a los trabajadores aeronáuticos argentinos. No hay lugar para la modernización sin empleo digno y respeto por quienes sostienen el sistema día a día", resaltaron y cerraron: “Defendemos una aviación con trabajadores argentinos, controlada, segura y respetuosa de los derechos laborales, y este tipo de decisiones profundiza la tensión que instalaron a lo largo de todo el año, promueve el conflicto y debilita la paz social que todos deberíamos priorizar”.
La autorización —que se publicó el viernes en el Boletín Oficial— se dio en el marco de los “acuerdos bilaterales vigentes” entre ambos países, y habilita a la firma a “explotar servicios aéreos regulares y no regulares de transporte de pasajeros y carga”, según explicaron desde la Secretaría de Transporte.
Este permiso fue otorgado tras una iniciativa de Latam, aunque desde la compañía indicaron a LA NACION que, “en lo inmediato” no tienen intenciones de ampliar su actividad local. “La solicitud aprobada, si bien otorga la habilitación regulatoria general para posibles nuevas rutas futuras, no implica la intención de iniciar vuelos de inmediato en ninguna ruta específica”, aseguraron en la empresa.
De todas maneras, desde la empresa chilena plantearon que este permiso otorgado “establece un marco más ágil ante futuras solicitudes” que sí podrían implicar mayor actividad de la empresa en el país. De hecho, la disposición 47/2025, publicada ese mismo día, autoriza formalmente a la empresa a operar la ruta Santiago de Chile - Buenos Aires - Rio de Janeiro (Brasil). Más allá de la habilitación formal, la empresa ya estaba operando en este servicio.
En el Gobierno justificaron la medida al explicar que esta decisión “fomenta la competencia” y permite una “liberalización del mercado aéreo”. De corto plazo, sin embargo, fuentes de la compañía plantearon que no hay prevista una expansión de la operación de Latam en el mercado doméstico local, en el que hoy operan fundamentalmente Aerolíneas Argentinas, JetSmart y Flybondi.

