Arquitecto y urbanista formado en la UNAM, Pedro Ramírez Vázquez marcó un antes y un después en la arquitectura mexicana del siglo XX. Con una visión moderna y profundamente humanista, concibió los espacios no solo como obras estéticas, sino como escenarios para la vida colectiva, la identidad y la convivencia. Autor de proyectos emblemáticos como el Museo Nacional de Antropología, el Estadio Azteca, la Nueva Basílica de Guadalupe y el Museo de Arte Moderno, su trabajo integró cultura, historia y función social a gran escala. A lo largo de su carrera enfrentó críticas, polémicas políticas y enormes retos técnicos, pero su legado transformó el paisaje urbano del país y sigue influyendo en la manera en que entendemos los espacios públicos en México.


