La memoria RAM se ha convertido en uno de los temas más críticos para la industria tecnológica en los últimos meses. Impulsados por el auge de la Inteligencia Artificial, estos componentes han alcanzado precios exorbitantes, llegando incluso a cuadriplicar su valor de mercado. Sin embargo, más allá del golpe al bolsillo de quienes buscan armar una PC Gamer, este fenómeno amenaza directamente al sector de las consolas, poniendo en riesgo los planes de lanzamiento para la próxima generación de Xbox y PlayStation.
Aunque todavía no existen ventanas de lanzamiento oficiales, la escalada en los costos de estos componentes esenciales, fundamentales también para teléfonos y televisores, sugiere dos escenarios posibles: un aumento en el precio de venta de los sistemas actuales o un retraso en la llegada de nuevas plataformas. Las compañías podrían optar por esperar hasta 2027 o 2028 con la esperanza de que el mercado de memorias finalmente se estabilice.
Causas y consecuencias: la tormenta perfecta del hardware
El mercado actual enfrenta una demanda sin precedentes debido a la infraestructura necesaria para la IA. Esta situación ha provocado que la RAM suba de precio de forma sostenida, y nada garantiza que el panorama mejore en el corto plazo. Esto supone que la próxima generación de consolas podría llegar a las tiendas con un costo mucho más elevado de lo que se tenía previsto originalmente.
A este escenario debemos sumar factores macroeconómicos determinantes:
- Aranceles y mercado: Las políticas comerciales y los aranceles impuestos por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, han sido un factor clave. En tan solo año y medio, ya hemos visto dos incrementos de precio en consolas como PlayStation 5 y Xbox Series X|S.
- Costos de producción: Al ser la RAM un componente más caro hoy en día, fabricar cada unidad resulta más costoso para Sony y Microsoft, lo que vuelve muy probable un nuevo ajuste de precios al consumidor.
- Cambio de enfoque en la industria: Empresas como Micron, fabricantes clave de memorias, están desplazando sus divisiones de desarrollo de consumo general para centrarse en el sector empresarial y de IA, lo que reduce la oferta para el mercado de consumo.
Un panorama incierto hacia 2026
De cara a 2026, el panorama no es precisamente alentador. Con el estreno de dispositivos como la Steam Machine (de la cual aún se desconoce su precio final), queda por ver cómo reaccionarán las empresas ante estos costos de producción inflados.
Lo que es un hecho es que la memoria RAM ha pasado de ser un componente estándar a un recurso de lujo. La industria del videojuego se encuentra en una encrucijada donde el avance tecnológico hacia la próxima generación depende, irónicamente, de que la burbuja de la IA permita que los precios del hardware vuelvan a la normalidad.
Imagen | Andrey Matveev
