El Gobierno de Colombia confirmó que el monto del salario mínimo para 2026, que por tercer año consecutivo salió por decreto y no por consenso en la Comisión de Concertación. El Ejecutivo decretó un ajuste de 23%, el más alto aplicado en una sola vigencia en la historia reciente, es decir, el sueldo mínimo será de $1,750,905 (473 dólares, aproximadamente). Con esta decisión, el sueldo pasará de $1,423,500 a $1,750,905. Por su parte, el auxilio de transporte se situará en $249,095, quiere decir que en total el salario mínimo quedaría en $2 millones.
La propuesta del presidente Gustavo Petro de establecer un salario vital de $2 millones ya impulsó el debate entre empresarios, analistas económicos y abogados, quienes advierten que una medida de este tipo podría elevar de manera significativa los costos fijos de las empresas, especialmente en sectores intensivos en mano de obra. Según expertos, el incremento salarial tendría efectos directos sobre la estructura de costos, la formalidad laboral y la sostenibilidad financiera de pequeñas y medianas compañías, en un contexto marcado por presiones inflacionarias y bajo crecimiento económico.
Camilo Cuervo, socio de Holland & Knight, advirtió que el aumento decretado por el Gobierno representa un incremento “sustancialmente alto” frente a la inflación. Según explicó, la nueva base salarial, fijada en $1,750,905, prácticamente quintuplica la inflación, lo que supone una ruptura para el ya reducido mercado formal de trabajo en Colombia. Señaló que sectores intensivos en mano de obra, como el de seguridad privada, enfrentan una situación crítica.
“Varias empresas no tienen literalmente cómo pagar la nómina de enero”, afirmó, y anticipó que este ajuste se trasladará de forma inmediata a las tarifas, elevando de manera significativa los costos de servicios como la vigilancia. El impacto, agregó, se extenderá a empresas de consumo masivo como restaurantes, pizzerías y comercios, donde los costos laborales pueden representar entre 60% y 70% del total.

